Todo lo que hemos recordado,
todo lo que hemos llamado nuestro;
como si cada imagen no la regalaran,
como si la memoria fuera un cofre del tesoro.
Todas las aventuras desconocidas en cintas de vídeo,
nosotros aparatos de ejecución y almacenamiento.
Dios nos permite existir;
mortales debemos reproducir sus actos.
En el pasado todo ha sido influencia
y todo debe ser amor puro.
Podríamos aprender nudos campistas,
colgar nuestras cabezas como tesoros piratas
sobre los troncos de la selva peruana;
los mismos que albergan toda una gama
de colores e historias. –Lo obvio.-
Objetiva la mente en la carne;
eterna son las almas que fluyen en cambio-evolución.
Que mágico que nada termine,
que con tranquilidad la esencia es inmortal,
y con todos los retales del pasado
saciar el hambre de experiencia
que nos une con el amor de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario