Un mañanero para comenzar bien el día,
pues me dijo una vez un señor en desconocida
-A quien madruga dios le ayuda-;
Yo nunca madrugue, no necesite ayuda.
Hoy necesito algo mas que mis dos manos,
una tercera una cuarta e incluso ninguna.
Simplemente siento que salto hacia el suelo
y caigo al suelo también.
Heridas, golpes, cosquillas y ella:
Manos, pies, ojitos y muy de vez en cuando sonrisas.
Hoy estoy en el suelo, mañana me levantare
pero recuerdo el texto que leí:
-Siempre es hoy-.
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