
Después de la muerte viene nada. Esta seria la conclusión más sencilla que podríamos obtener de una meditación sobre el tema sin tomar en cuenta mitos y leyendas ya escritos y descartados como los proclamados por religiones y culturas.
Una noche de locura, meditación y el recomendado sufrimiento Budista, llegó a mi una indescriptible -realmente- energía, con el fin de compartir un poco de su sabiduría en nuestro mundo. Vivimos en un planeta lleno de enigmas, enfermedades y problemas -lo sabemos-, y constantemente estamos buscando como repararlo externamente, con tecnología, héroes de guerra (asesinos), bombas y otro montón de escoria que realmente no tengo tiempo ni espacio para en-listar. Ve aquí el problema, nuestra superficialidad en todos los aspectos de nuestra vida. ¿Por qué se muere la gente? -Buscamos en la ciencia- ¿Enfermedades? -Ciencia- ¿Reencarnación? -Ciencia y religión-; así podría seguir por años. Si aun no me creen preguntense a ustedes mismos cuanto de su conocimiento lo han adquirido simplemente de la ancestridad de su espíritu. Este es el mensaje de salvación que llego a la tierra y que ahora tenemos que cosechar para obtener buenos frutos. Después de una pos-meditación reflexiba esto es lo que vengo a sembrar:
Dentro de nuestra mortalidad se encuentra omnipresente la muerte; todos morimos. Lo que no tomamos en cuenta es que la mortalidad es física en todos los casos y en el espíritu solo aleatoriamente. A lo que me quiero referir con todo esto es a que hay cuerpos que mueren llevándose todo con ellos: sabiduría, habilidades, etc. pero por el otro lado existen las almas que al sufrir la perdida de su cuerpo simplemente se mudan al siguiente y así se emprenden en la siguiente etapa de la gran aventura hacia el confuso haz que se marca al final de la trayectoria; en pocas palabras, reencarnación. Esta diferencia entre almas es lo que en realidad llamaríamos la jerarquía espiritual. Con todo esto no quiero decir que nuestra "bondad" y buena fe sea el factor que define nuestro destino después de la muerte, como iglesias y otras instituciones quieren hacernos creer, pues la división entre dioses y no-dioses fue realizada mucho antes de que que el que el primer ser humano abriera sus ojos. A lo que quiero llegar con todas estas palabras es que donde hay super-héroes hay super-villanos y donde hay dioses hay demonios. Al igual que nuestras habilidades físicas nos dan la decisión de caminar hacia delante (+) o hacia atrás (-), nuestra habilidad espiritual nos dan la opción de subir (+) o bajar (-), -dejando en claro que la espiritualidad no es solo elevación (pensamiento popular)-.
La mejor forma de representar los distintos balances que podemos alcanzar en nuestras vidas es a través de un plano cartesiano:

En el ambiente científico se habla últimamente bastante de algo llamado memoria genética. Esto se trata básicamente y resumiendo en los recuerdos y herencias que recibe involuntariamente un ser vivo gracias a similitudes o copias del código genético de ADN de los antepasados del individuo o animal. -Esto es solo una muestra más de como buscamos resguardar y entender la sabiduría en la ciencia y con la ciencia-. Si dejamos un momento atrás la superficialidad y artificialidad de nuestros pensamientos y abrimos la mente a una luz abstracta pero real, podremos entender que la memoria genética es simplemente lo que en el mundo espiritual llamaríamos la real sabiduría. En nuestra vida como energía se maneja el conocimiento y la madures mental a través de los cuerpos (solo las almas-dioses), pero manejada de una manera mucho mas tacita que la sabiduría del cuerpo. La real sabiduría es simplemente la evolución espiritual que realizamos las almas-dioses en nuestros milenios en el sistema enérgico-físico; es decir que la sabiduría y desarrollo divino que logramos en cualquiera de nuestras distintas "vidas mortales" la llevamos de cuerpo en cuerpo. Por otro lado -para dejar en claro-, la sabiduría del cuerpo es cada cosa que aprendas sin importar que sea cierta o no y que recordamos por el corto periodo de una vida. Para un alma no-dios la sabiduría del cuerpo es su memoria-absoluta, mientras que para un alma-dios es solo parte del proceso de evolución.
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