7/24/2011

Palabras

Dejare que la mente hable.
Que se me abra el corazón
para caminar por él, tal fiel lector,
y gozar de sus historias mal contadas,
nada neutras
y sentimentalmente influenciadas.

Correré por todos los suelos,
embriagándome de los venenos del pasado,
aspirando victorias y derrotas,
amores, peleas, gritos, lagrimas y olor a hogar.

Tantas palabras que invite a mi cabeza,
y tantas otras ocupas;
tanta idea embutida,
y tanta concebida y parida en esencia.
El lenguaje tan romántico y obsoleto,
incapaz de reproducir la pureza
de tanta luz desconocida
y paz abstracta
sin significado ni por qué.

Corazón y lenguaje
y mente y rebeldía
y libertad y tinta
y maquinas y manos
y pies y lengua
no son suficientes pa’ la verdad.
¡Gritemos todos!
En multitud se mete más floro,
más fácil,
más efectivo,
pero nunca verdad.

¡Gritemos todos!
En español, alemán, quechua,
ingles, afrikaans, japonés
¡Gritemos todos!
Pa’ que nos crean
¡Gritemos todos!
Pa’ no ir a trabajar, otra vez.

Corazón y lenguaje,
falsos;
mente y rebeldía,
influenciados;
libertad y tinta,
sobrevaluados;
maquinas y manos,
desechables;
pies y lengua,
obsoletos.
Todos son iguales
todos son lo mismo,
sirven pa’ mentir, pa’ hacer reír,
pa’ amar, pa’ lastimar
y siempre para comunicar
mentiras y mentiras
que muchos creen verdades
como yo.

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