Comenzaran
días de sol,
el invierno
empieza a retroceder
para darle
paso a la prepotente y perfumada primavera.
Los
cabellos ya no tendrán que contener calor
ni almacenar el refrescante sudor:
La barba y
cabello caerán,
en manos de
un señor y un arma blanca.
El trabajo
es necesario, impredecible.
Cuando
vuelva a salir el sol
buscare
islas o almacenes de diseñadores,
vendedores
de tarjetas de identidad; -identificación-.
Un eslogan
para dos ramos distintos,
pero ambos
productivos.
Cuando la
luna salga de nuevo
pero no en compañía
de las estrellas
porque el
sol todavía se encuentra en despedida,
me uniformare
con atuendos coreanos
y volveré
al éxtasis del deporte y la sana violencia;
con
responsabilidad.
Mañana me
voy a arreglar,
ajustare
los tornillos
y me
apretare el cinturón
para no
desarmarme en el camino,
entre el
sol y la luna
de mañana
y todos los
días.
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